jueves, 8 de enero de 2009

Lectura Nº3

Una concepción del mundo no es un saber, no es un conocimiento en el sentido en que lo es ciencia positiva. Es una serie de principios que dan razón de la conducta de un sujeto.
Buena parte de la consciencia de la vida cotidiana puede interpretarse en términos de principios o creencias muchas veces implícitas "inconscientes" en el sujeto que obra o reacciona.
Estos principios están explícitos en la cultura de la sociedad en que vive.
La parte contemplativa o teórica de la concepción del mundo está íntimamente relacionada con la parte práctica.
La existencia de una formulación explícita de la concepción del mundo en la cultura de una sociedad no permite, sin embargo, averiguar cuál es la concepción del mundo realmente activa en esta sociedad, pues, el carácter de sobreestructura que tiene la concepción del mundo no consiste en ser un mecánico reflejo, ingenuo y directo, de la realidad social y natural vivida.
Las concepciones del mundo suelen presentar unas puntas muy concentradas y conscientes en forma de sistema filosófico. Especialmente esta segunda forma fue muy característica hasta el siglo XIX.
Esta pretensión puede considerarse definitivamente fracasada hacia mediados del siglo XX con la disgregación de Hegel. La causa principal es la constitución del conocimiento científico positivo durante la Edad Moderna. Éste se caracteriza por su intersubjetividad y por su capacidad de posibilitar previsiones exactas.
El que las concepciones del mundo carezcan de aquellos dos rasgos característicos del conocimiento positivo es cosa necesaria; se debe a que la concepción del mundo contiene esencialmente afirmaciones sobre cuestiones no resolubles por los métodos decisorios del conocimiento positivo, que son la verificación o falsación empíricas y la argumentación analítica.

LA CONCEPCIÓN MARXISTA DEL MUNDO

La "concepción materialista y dialéctica del mundo" está movida por la aspiración a terminar con la obnubilación de la consciencia, con la presencia en la conducta humana de factores no reconocidos o idealizados. De esto se desprende que es una concepción del mundo explícita.
La concepción Marxista del mundo no puede considerar sus elementos explícitos como un sistema de saber superior positivo. El nuevo materialismo es una simple concepción del mundo, que tiene que sostenerse y actuarse no en una sustantiva ciencia de la ciencia, sino en la creencias reales.
Esta formulación de Engels supone la concepción de los filosófico no como un sistema superior a la ciencia, sino como un nivel del pensamiento científico.
Esa fórmula general contiene la recusación de toda la filosofía sistemática.
En segundo lugar, puesto que su punto de partida y de llegada es la "ciencia real", esa concepción del mundo no puede querer más que explicitar la motivación de la ciencia misma.
En este postulado de inmanentismo, definidor de la posibilidad del conocimiento científico, se basa la concepción marxista del mundo. Pero el materialismo no es sino uno de los dos principios fundamentales de lo que Engels llama "concepción comunista del mundo". El otro es el principio de la dialéctica. Este se inspira no tanto en el hacer científico-positivo cuanto en las limitaciones del mismo.
La ciencia positiva realiza el principio del materialismo a través de una metodología analítico-reductiva. Su eliminación de factores irracionales en la explicación del mundo procede a través de una reducción analítica de las formaciones complejas y cualitativamente determinadas a factores menos complejos y más homogéneos cualitativamente, con tendencia a una reducción tan extrema que es el aspecto cualitativo pierda toda relevancia.
La tarea de una dialéctica materialista consiste pues en recuperar lo concreto sin hacer intervenir más datos que los materialistas del análisis reductivo.
Con esto parece quedar claro cuál es el nivel o el universo del discurso en el cual tiene realmente sentido hablar del pensamiento dialético: es a nivel de la comprensión de las concreciones o totalidades, no al del análisis reductivo de la ciencia positiva.

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